viernes, marzo 23, 2007

Eso No es todo

¿Creyeron que terminaba acá? Yo también, y la verdad que me iba chocho si así fuera, pero las luces no se prendieron. Waters volvió, presentó a la banda, e hizo algo inconcebible: hizo subir a algunos pibes del Instituto River Plate (que sinceramente espero no dicte economía) para el próximo tema. Mientras el campo bullía de comentarios por lo bajo del estilo “estos pibes no saben lo que les está pasando” o “la concha de tu madre”, comenzaron los acordes de -por si aún no lo adivinaron- el combo The happiest days of our livesAnother brick in the Wall (part II). Sí, la de la picadora de carne alimentada a borregos. Como si al show le faltara algo, le siguió agregando peldaños a la escalera emocional.

Aún así la cosa no termina. Al clamor de Does anybody here remember Vera Lynch? siguió el espectáculo. Vera es un tema muy particular, porque en la historia de alguien a quien quiero mucho la frase nos volveremos a encontrar un día soleado suena con mucho pesar, y no puedo escuchar este tema sin pensar en ello.

Como era de esperarse, vino luego Bring the boys back home. Todavía estaba obnubilado por el tema anterior, así que no puedo hacer muchos comentarios sobre este tema. Pero al finalizar, se escucharon los (w)Rooooooooong, do it again!, Time to gooo!, Are you feeling OK? y There’s a man answering, but he keeps hanging up!.

Y sí, Is there anybody out there?

Para rematarla, Comfortably numb.







Y así terminó el recital de Roger Waters en Argentina. Lo que pasó dentro de ese estadio no tiene explicación científica válida. Magia es la única respuesta factible.






Pseudo PD:

Es probable que Mati esté escribiendo al respecto en su blog. Si así fuera, es probable que los relatos sean parcialmente complementarios, suplementarios en otra parte, pero principalmente nos pisemos los hechos el uno a otro. Si todavía no se puso a escribir, que esto sirva como método de presión.

Parte 1 | Parte 2 | Parte 3

2 comentarios:

Maitreya dijo...

Como ya explique a su debido tiempo y lugar, mis facultades Blogisticas estan en severo detrimiento por el momento, por lo que probablemente en el momento que haga referencia a toda la magia de la que fui testigo en River, me limite a decir eso mismo. Digo, que fue Magico. Nada mas.

Por otro lado, mi recuento a duras penas podria ser tan detallado como el del Dr. McCoy, por lo cual sin mas le extiendo mis felicitaciones.

Nos vemos por ahi...

Sebastián Bronico dijo...

Funciona esto? Si es así, volveré con un comentario decente...